viernes, 1 de mayo de 2015

LOS LIBROS SON LOS PROTAGONISTAS EN LA FILBO 2015




La Feria Internacional del Libro de Bogotá -FILBo- es el evento de promoción de lectura y de la industria editorial más importante de Colombia y uno de los más importantes de América Latina. Cada año durante la feria, los escritores, los libros y los lectores se convierten  en los protagonistas del escenario cultural del país.


MACONDO, INVITADO DE HONOR

Un pabellón dedicado al territorio de la imaginación del más grande escritor colombiano de todos los tiempos, Gabriel García Márquez, a un año de su muerte. Exposiciones, conferencias, conversaciones, área infantil y mucho más.



CONVERSACIONES QUE LE CAMBIARÁN LA VIDA

"Leer las mujeres" En 2015 la FILBo pone su mirada sobre las grandes figuras femeninas de la creación literaria contemporánea. Una serie de entrevistas a esas mujeres que con sus palabras están moviendo al mundo.
“Nos volveremos ceniza en esta casa sin hombres, pero no le daremos a
este pueblo miserable el gusto de vernos llorar”.




QUE VIVA LA MÚSICA!
Una nueva franja de FILBo en la que presentamos un diverso repertorio de conversaciones seguidas de conciertos en pequeño formato con aquellos creadores que han trabajado en los mundos de la música y las letras.



“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento,
el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo

llevó a conocer el hielo”






“El mundo era tan reciente que muchas cosas
carecían de nombre, y para mencionarlas había

que señalarlas con el dedo”.



"LA MUERTE NUNCA MATA DEL TODO".


La muerte de Eduardo Galeano y Günter Grass enlutò el mundo de las letras

Escritores laureados, los dos eran comprometidos, de izquierdas, y grandes defensores de causas desesperadas

 Trece de abril  no fue martes ni viernes, pero la fecha quedará anclada en la memoria de muchos amantes de la buena literatura y del buen periodismo. Si la muerte de Günter Grass enlutaba el día temprano, más tarde el fallecimiento de Galeano dejaba un regusto hiriente en el paladar de los seguidores de uno y otro. Nefasto día para las letras, aunque siempre queda la palabra escrita, o la grabada.


Figuras fundamentales del siglo XX, intelectuales comprometidos y laureados, maestros indiscutibles en lo suyo, grandes defensores de causas desesperadas, escribieron trabajos perdurables como El tambor de hojalata (G. Grass), Las venas abiertas de América Latina o Memoria del fuego (E. Galeano), por citar solo algunos de los más conocidos. 


Además, la faceta crítica de ambos escritores no se cernía siempre a los demás -o al poder-, y en ocasiones apuntaban a un eje más íntimo: las contradicciones de uno mismo. Conocida es la polémica que provocaron las confesiones de Günter Grass en su libro autobiográfico Pelando la cebolla, donde desvelaba su pasado nazi (algo que ya había adelantado el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung). En el libro relata, entre otras muchas cosas, su vida como soldado, porque Grass militó en las temidas Waffen-SS, el ejército de confianza de Hitler, cuando apenas contaba con 17 años.


Aquella espina no ha podido borrar sus muchos años de activa participación política. En los 50, criticó la represión de obreros en la Alemania del Este, ayudó a los socialdemócratas en sus campañas, tras la caída del Muro se opuso a una reunificación apresurada con la antigua RDA, y en 2012 Israel le declaró persona non grata por publicar un poema en el que acusaba al Estado hebreo de poner en peligro la paz mundial.



La voz de Galeano tampoco se apaga con su muerte. Sus libros y artículos seguirán mostrando una manera lúcida y aguda de desgranar la realidad. El periodista y escritor uruguayo, curtido en varios exilios y en infinidad de oficios (obrero, dibujante, pintor, mensajero, mecanógrafo, cajero de banco...) se afanó por estudiar la historia socio-política de Latinoamérica, destapando los abusos de poder que ha sufrido el continente en los últimos cinco siglos.

Ambos han sido testigos y cronistas de su época, intelectuales incómodos para el poder, y han aportando testimonios, análisis y opinión; pero, sobre todo, sentido común.