El célebre compositor alemán Richard Wagneres homenajeado este miércoles en diversas partes del mundo con presentaciones en importantes espacios, donde se recordará a quien es considerado uno de los mayores autores de la historia operística, nacido el 22 de mayo de 1813. en Leipzig, Alemania, , en el seno de un hogar modesto. Con tan sólo 11 años, el pequeño Richard escribió su primera tragedia “Leubald”, en la que reflejó su amor por el arte dramático, sin embargo, tiempo después escuchó “5ª Sinfonía”, de Ludwig van Beethoven, la cual le impresionó, decidió ser músico.
“A Wagner se le adora o se le detesta. Y esto sirve tanto para su música como para él, como persona”, resume Sven Oliver Müller, autor del libro - Richard Wagner y los alemanes. Una historia de odio y entrega-.
Sus óperas, entre ellas Los maestros cantores de Nuremberg, Tristán e Isolda, La Walkiria y El ocaso de los dioses, pueden ser estridentes, excesivas o hasta insoportables, para quienes no se cuentan entre sus admiradores, o transportar a quien las escucha al éxtasis, si está en el hemisferio opuesto, musicalmente hablando.
“Como hombre fue un ser monstruoso”, añadía el historiador, en un encuentro con medios extranjeros, en alusión a sus infidelidades, carácter manipulador y reconocido antisemitismo, que el autor del libro califica de “oportunista”.
“Lo relevante de Wagner no es lo que hizo en vida, sino cómo influyó y sigue influyendo en Alemania y los alemanes, que cada par de décadas cambian su perspectiva sobre él y su música, readaptan su interpretación del genio”, apunta Müller.
Su antisemitismo, en vida, lo encumbró a los altares del nazismo, estigma que permanece tanto sobre su música como sobre Bayreuth, pese a que Wagner llevaba medio siglo muerto cuando Hitler llegó al poder.
200 años después de su natalicio, tanto la Ópera de Colombia como la Orquesta Filarmónica de Bogotá han anunciado la puesta en escena de obras de Wagner en diferentes ciudades del país durante este 2013.
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