miércoles, 26 de junio de 2013

¡" SOS GRANDE CORTÁZAR" !



'Rayuela', de Julio Cortázar, cumple 50 años. Cinco décadas de la publicación de aquella sorpresa con forma de novela que encubría un cierto homenaje al desorden. ¿Cómo interpretar si no el que sus capítulos pudieran pautarse e incluso eliminarse con la secuencia que el lector eligiese? Pero, al margen de cadencias y numeraciones, de caos y orden, el tiempo nos hizo ver que aquellas seiscientas y pico páginas albergaban una obra maestra.
Cortázar (1914-1984), argentino espigado nacido en Bruselas, hombre de pausados modales y corazón en llamas, escribió una bomba a la que puso el nombre de un juego de niños: Rayuela. Unas casillas dibujadas en el suelo sobre las que se salta y, entre azar y destreza, el jugador, desde la “tierra” que es el cuadrado del que se parte, intenta llegar a la medialuna final que no es otra cosa que el “cielo”.


Del hombre y del artista
Tan simple como complejo. Cortázar lo dijo: “La novela que nos interesa no es la que va colocando los personajes en la situación, sino la que instala la situación en los personajes… Mi libro se puede leer como a uno le dé la gana. Liber Fulguralis, hojas mánticas, y así va. Lo más que hago es sugerir como a mí me gustaría releerlo”.
Así lanzó a la cara de los lectores esta reflexión despiadada de los destinos del mundo y sus habitantes. Denunciando la inautenticidad y relatividad de la vida humana, el autor identifica su sentido de la condición del hombre con su sentido de la condición del artista. Un ‘a modo de juego’ literario marcado por su preocupación existencialista, escrita desde y para una sociedad en la que aún sangraban las heridas de las dos guerras mundiales.


Cabe todo
¿Novela o contranovela?. Todo, en Rayuela cabe todo. Humor, ira, sarcasmo, escepticismo, amor, desconfianza, piedad, mentira, muerte, verdad, desamor… un texto que hace cómplice al lector y rechaza el orden cerrado de la novela común.
En los vaivenes de sus personajes se va configurando el tablero y la situación de los protagonistas dentro del juego al que el título de la obra alude.
El libro relata las aventuras y desventuras, los logros y los reveses, de Horacio Oliveira, un inconformista que huye, casi siempre a la desesperada, del orden social establecido. Un personaje que transita París, la ciudad que lo adopta, y Buenos Aires, el lugar del que procede y al que acabará por repatriarse.
Con un punto quijotesco, Oliveira se niega a formar parte del engranaje adocenado en el que la gran maquinaria de lo social sume a la inmensa mayoría de los individuos.
Esa lucha lo convierte en un ser a la intemperie, candoroso y siempre dispuesto a la sorpresa, a la potencial novedad de cada instante en la vida. Eso, obviamente y como queda más que claro, tiene sus muchos pros y sus no pocos contras.
Rayuela está cumpliendo años, sí, pero su relectura nos comprueba la actualidad de lo escrito por Cortázar, hace cinco décadas.
A cincuenta años de la salida de prensa de su gran novela, no queda más que saludar a Cortázar muy a su estilo de gran cronopio: “¡Sos grande Cortázar”!

martes, 25 de junio de 2013

NELSON MÁNDELA SÍMBOLO DE LA LUCHA POR LA LIBERTAD, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DEMOCRACIA

Nelson Mandela, un protagonista de la historia del siglo XX, promovió la resolución pacífica de los conflictos y luchó por la igual de derechos en su país natal, Sudáfrica. Muchos años de su vida los vivió en prisión por combatir las políticas de segregación impuestas por el régimen llamado Apartheid.

Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918, en Umtata (Sudáfrica). Sus padres fueron Henry Mandela y Nose Keni, ambos de la etnia xosha. Estudió derecho en la Universidad de Fort Hare. Cuando tenía 23 años consiguió trabajo en un estudio jurídico de Johannesburgo. Poco después se unió al Congreso Nacional Africano (CNA), una organización que hacía campañas pacíficas contra la discriminación y excesiva explotación que sufrían los negros sudafricanos.

En 1943, Nelson Mandela fundó la Liga Juvenil y organizó movilizaciones de protesta contra el sistema de segregación racial denominado apartheid. El gobierno blanco reprimía a sangre y fuego a los manifestantes, por lo que en 1961 Mandela fundó una organización llamada Umkhonto we Sizwe ("Lanza de la Nación") con la cual pasó a la lucha armada. Pero al año siguiente fue capturado en Johannesburgo, lo sometieron a juicio y lo condenaron a cadena perpetua. Tenía 46 años cuando fue llevado a la prisión de la isla Robben, frente a Ciudad del Cabo


En los siguientes años sus seguidores continuaron luchando contra elapartheid dentro y fuera de Sudáfrica. Muchos gobiernos del mundo empezaron a exigir la libertad de Mandela y la abolición de la segregación racial. Winnie Mandela, propagó los ideales de su esposo y lideró muchas movilizaciones que buscaban su libertad.

Recién en 1990 el presidente moderado Frederik de Klerk liberó a Nelson Mandela, quien ya tenía 71 años. En los siguientes meses ambos líderes negociaron la eliminación del apartheid, la que quedó derogada oficialmente en 1991. Los dos fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz en 1993.

En 1994, Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica y gobernó hasta 1999. En este periodo se esforzó por reconciliar a los sudafricanos y coadyuvó en el cese de varias guerras del continente, como en Zaire. En la actualidad está retirado de la vida política, pero su opinión es consultada en asuntos importantes de su país.


En palabras del Dalai Lama, "compasión es la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas". Lo grandioso es que Mandela supo guardar su pena y regalar su sonrisa y su mirada dulce y luminosa para apoyar a los que más las necesitaban.

Ni el cautiverio, ni su larga lucha, ni el poder, ni todo el dolor de su corazón han sido capaces de borrar la sonrisa de Mandela.



Ojalá que un día, cuando cumplamos nuestro cometido aquí en la tierra, se dijera de nosotros: fue una persona buena, luchó incansablemente por la verdad, la justicia y la paz.

jueves, 13 de junio de 2013

¡SAYONARA, MACONDO!

  La escritora más versada en la obra de Gabriel García Márquez habla con absoluta propiedad y exquisitez del ajiaco santafereño, la bandeja paisa, el aguardiente. ¡Y la arepa!
      Satoko Tamura es más que familiar en estas comarcas delirantes y mancondianas. Ha venido varias veces a nuestro país, en plan de trabajo y de descanso, y como invitada de honor al Festival Internacional de Poesía de Medellín.
      La señora Tamura es Doctora en Letras Hispanoamericanas, poeta, ensayista, traductora y decana de la Facultad de Literatura de la Universidad de Tokio.
Esto quiere decir que se ha devorado cualquier cantidad de libros, en varias lenguas, particularmente en español, un idioma que ella descubrió a partir de esa voracidad de conocer nuevas culturas, otras voces, y que tuvo su punto de partida en los años palpitantes de la juventud cuando leyó en japonés la obra de la poeta chilena y premio Nobel de literatura, Gabriela Mistral.


       Su inquietud por la lengua de Castilla y en general por la literatura latinoamericana, la ha llevado a viajar por el mundo hispano, desde España, pasando por Argentina, Chile, la Patagonia, México, y Colombia, este país que ella siente en lo más profundo de su corazón y que palpa y disfruta como si aquí hubiera estado en una vida anterior. Cuando habla mira fijamente a los ojos, o al ‘tercer ojo’ del que habla la milenaria sabiduría nipona y sus disertaciones son tan precisas, elocuentes y detalladas que le hace pensar al interlocutor que lo que expone pareciera que lo hubiera aprendido de memoria.

      Y es esa memoria gráfica y biológica del saber y del entendimiento, lo que la ha llevado a emprender un viaje a la semilla del genio creador de Gabo: a seguir las huellas de los personajes de sus novelas, a descifrar sus espectros, a desenmascarar sus fantasmas, y a comprobar y ratificarle al mundo literario, que lo que está impreso en los relatos del Mago de Aracataca, no es sólo producto de su imaginación, sino que existe, o existió, y como quiera que sea, está vivo en el sentir, en el pasado y en la nostalgia de esa soñada república universal llamada Macondo.

Satoko Tamura, la traductora de Gabo al japonés, habla sobre sus 25 años de amistad con el Nobel colombiano. Próximamente estará en librerías nacionales.

"Soy prestador de libros, 7 días a la semana, 24 horas al día, 365 días al año": MARTÌN MURILLO

LA CARRETA LITERARIA LLEGÒ A ESPAÑA
UN COLOMBIANO SE CONVIERTE EN LA ATRACCIÒN EN LA FERIA DEL LIBRO EN MADRID
 Antes de ir empujando una carreta con unos 200 libros por las calles de Cartagena, incluso sin la algarabía particular de los que venden tomates, aguacates o fresas en este vehículo de tracción humana, Martín era vendedor de agua en el Parque de Bolívar de la Ciudad Amurallada.

Vendió agua durante muchos años, pero siempre tuvo ganas de hacerse analista de la NBA, porque le encanta el baloncesto, tanto como leer. Tal vez no llegue a la NBA, pero sí que llegó a la lectura.

Martín Roberto Murillo Gómez estudió hasta quinto de primaria. No fue más. Y pensar, después de los 40 años, en volver a la escuela, no era algo que le sonara mucho. "Era un proceso muy largo empezar a esta edad".
Al principio, la lectura le interesó por lo del baloncesto, pero después, lo atrapó para siempre. Los libros son su mejor manera de aprender, pero no para dejarlos para él solo.


 De esas cosas que, diría el dicho Dios los hace y ellos se juntan. Un día en el que Jaime Abello Banfi, el director de la Fundación Nuevo Periodismo, le compraba una botella de agua, empezaron a hablar de lectura.
Después se volvieron a encontrar, le prestó algunos libros, le regaló otros cuantos y Martín, a leer y a aprender y a encantarse más. Se paseó por la fundación en algunas conferencias y hasta un día participó en el Hay Festival. Todo le ha servido para su proyecto, el de la Carreta Literaria.

De acercarse a la lectura, un día se le ocurrió que "quería ser más útil a la sociedad" y que había que compartir y promover la lectura.

Y del ejemplo de una carreta que había en el parque y que vendía libros, él quiso hacer una que recorriera los lugares. Una incluso que fuera más bonita. Ahí tomó forma su idea.



"Yo era vendedor ambulante, así que también era hacerle un homenaje a ello", cuenta este hombre delgado, negro, de barba blanca y una gorrita tejida que le caracteriza.
¡Leamos!
Martín tiene claro su oficio: P/L/7/24/365. Lo dice rápido. "Soy prestador de libros, 7 días a la semana, 24 horas al día, 365 días al año".
"Yo presto y no me tienes que firmar ningún documento. Puede tomar un libro cualquier lector del mundo que tenga ganas de leer".

Porque para este chocoano, que por esas cosas de ir de un lugar a otro, se quedó en Cartagena, prestar libros es una necesidad. Lo que recibe es valioso: que los demás aprendan. "Cada que leemos un libro tendremos más conocimientos, así la lectura se haga por placer".

Locierto es que Martín llegó a Madrid con su Carreta Literaria y se ha convertido en  una atracción en la Feria del Libro del Retiro, en la capital española.
He estado en todas las ferias del libro importantes”, dice, mientras observa orgulloso cómo lo miran. “Me faltaban Madrid y Río de Janeiro. Ahora solo me queda una”. puntializa Martìn.





martes, 4 de junio de 2013

JUAN WBEIMAR MORA PRECIADO ENTRE LOS 10 MEJORES EDUCADORES DEL PAÌS


JUAN WBEIMAR MORA PRECIADO UN BOYACENSE ELEGIDO  ENTRE LOS 10 MEJORES MAESTROS DEL PAÌS 2013, POR LA FUNDACIÒN CAOMPARTIR.
El maestro de los pequeños reporteros.
Hace más de cinco años, Juan Wbeimar Mora Preciado le propuso al Nuevo Colegio Bertrand Russell, en Chía (Cundinamarca), incluir en su programa una clase de medios audiovisuales, en la que los estudiantes pudieran salir a la calle para conocer, a través de la reportería, a la Colombia que habitan.
La idea funcionó. El Bertrand Russell aceptó, los padres de familia estuvieron de acuerdo y los chicos comenzaron a aprender a agarrar las cámaras, a perderle el miedo a estar enfrente de ellas, a contactar fuentes de información, entrevistar y grabar imágenes que luego se convertirían en pequeños documentales.
Juan ya perdió la cuenta de los lugares y los personajes que ha descubierto guiado por la curiosidad de sus alumnos, soportando frío y calor, viajando de las montañas al mar. La clase lo ha llevado junto a sus reporteros a Cundinamarca, Valle, Antioquia, Tolima e incluso a Córdoba, buscando historias que reflejen la cultura, las problemáticas ambientales y sociales escondidas en los pequeños municipios. Reconstruyendo memoria y generando conciencia en su alumnos.
A veces su salón se ha cubierto de oscuridad para convertirse en una sala de cine donde se proyectan desde crónicas sobre los humedales de la sabana de Bogotá, hasta informes especiales donde se detalla el paso a paso de un experimento científico.
A final de año los alumnos recrean un programa de televisión. Unos eligen ser presentadores; otros, productores. Los padres de familia, profesores y alumnos de otros cursos le sirven de público a una puesta en escena que incluye entrevistas a invitados especiales y la presentación de los videos realizados por las ‘patrullas’ de reporteros.

Por el aula de Juan Mora han pasado niños en situación de discapacidad, adolescentes con problemas de convivencia, autoestima y dificultades para trabajar en equipo, pero asumir la responsabilidad de entregar un producto documentado les ha permitido desarrollar importantes competencias para afrontar el mundo real.
“Este ha sido un canal para descubrir talentos y futuras vocaciones profesionales. Creo que a través de la lente de la cámara nuestros estudiantes están reconociendo un país que requiere una transformación urgente y están volviéndose conscientes de que serán ellos los que hereden la responsabilidad de convertir a Colombia en una nación más apta para la convivencia”, dice el joven que fue elegido por la Fundación Compartir como unos de los 10 mejores profesores del país en 2013.


100 AÑOS DEL NATALICIO DEL POETA LLANERO EDUARDO CARRANZA.


Januario Eduardo Carranza Fernández, nombre completo del poeta, nació en la hacienda La Esperanza, vereda de Apiay, en el departamento del Meta, el 23 de julio de 1913 y murió en Bogotá el 13 de febrero de 1985. Fue precursor del Movimiento Piedra y Cielo. En su poesía predominan cuatro temas fundamentales: Patria, muerte, amor y tierra. De 1948 a 1951, el poeta, escritor y diplomático, Eduardo Carranza, dirigió la Biblioteca Nacional de Colombia.

Así mismo ,fue profesor de literatura española y universal en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en 1930. Entre 1933 y 1939 hizo política como uno de los líderes de Acción Nacionalista Popular. Durante este lapso, además de Canciones para iniciar una fiesta (1936), Carranza también publicó Seis elegías y un himno (1939) y La sombra de las muchachas (1941). Otros libros de esa época como Canto en voz alta (1944) y Ellas, los días y las nubes (1945), terminaron de afianzar el nombre de Eduardo Carranza en la escena literaria nacional.
En 1957 Carranza escribió El Olvidado y Alhambra, libro lleno de poesía luminosa y trasparente, tono con el que escribió, a sus 60 años de edad, algunos de sus mejores poemas que se agrupan en los libros Hablar soñando (1974) y Epístola mortal(1975), publicados luego de Los pasos cantados y Los días que ahora son sueños, ambos en 1973.


Carranza ganó el Premio Internacional de Poesía de Venezuela en 1945,. En 1948 recibió la Orden del Congreso de la República en el grado de Gran Cruz con Placa de Oro y en 1952 la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Eduardo Carranza

ES MELANCOLIA
Te llamarás silencio en adelante.
Y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.
Escribiré en el vino rojo un nombre:
el tu nombre que estuvo junto a mi alma
sonriendo entre violetas.
Ahora miro largamente, absorto,
esta mano que anduvo por tu rostro,
que sonó junto a ti.
Esta mano lejana, de otro mundo,
que conoció una rosa y otra rosa,
y el tibio, el lento nácar.
Un día iré a buscarme, iré a buscar
mi fantasma sediento entre los pinos
y la palabra amor.
Te llamaré silencio en adelante.
Lo escribo con la mano que aquel día
iba contigo entre los pinos.

HAI-KAI
Quédate así, quieta un instante:
para no espantar
la poesía que llevas
como un nimbo de pájaros.

IMAGEN CASI PERDIDA
Eres como la luz alta y delgada.
Como el viento eres clara sin saberlo.
Vacila tu actitud como la tarde
suavemente inclinada sobre el mundo.
Eres hecha de sueños olvidados
y te olvido de pronto, como a un sueño;
mi corazón te busca como el humo
busca la altura y hacia ella muere.
Como una tibia flor te lleva el día
prendida entre sus labios. Eres alta,
azul, delgada, y recta como un silbo.
Te recuerdo de pronto como a un sueño.